Isenbeck
Isenbeck se instaló en la argentina en el año 1994, trayendo una cerveza
elaborada exclusivamente en base a ingredientes naturales, según la norma
preceptiva alemana de pureza de la cerveza, del año 1516.
Esta ley, dictada por el duque bávaro Guillermo IV, dispone que la cerveza
genuina debe ser elaborada exclusivamente con cebada de malta, lúpulo, levadura
y agua.
En Isenbeck, la sabiduría artesanal heredada de sus raíces alemanas, se
combinan con la más moderna tecnología internacional para lograr una cerveza
cristalina, con cuerpo, burbujeante, de espuma blanca y consistente, adaptada
al exigente gusto del paladar.